Determinar la capacidad necesaria para el uso deseado es muy sencillo:
1 – Definir el almacenamiento de energía que se utilizará para la independencia eléctrica total o acumulativa, por ejemplo con paneles solares o equipos específicos como un jacuzzi.
2 – Valorar objetivamente el uso diario necesario para la comodidad de la vida con el tiempo empleado en una cocina o un baño por ejemplo.
3 – Adaptar la necesidad de esta independencia eléctrica integrando los vehículos utilizados como bicicletas eléctricas o coches eléctricos por ejemplo.
4 – Equipos secundarios que están conectados pero que pueden consumir mucha energía: computadoras, Hi-Fi, etc.
5 – El calentamiento utilizado también tiene un impacto significativo en la capacidad de las baterías requeridas.
Todos estos elementos no plantearán ningún problema material y podrán adaptarse. Sin embargo, hay que entender que las capacidades de batería necesarias pueden verse significativamente afectadas si no se tiene en cuenta todo.
